Buenos días,
Estaba yo un viernes por la tarde en mi oficina, y cual fué mi sorpresa, que una compañera de trabajo me vino con un desafío, ¡hacer la tarta sorpresa de cumpleaños de su marido!.
Vale, quizá no suene a reto, pero tenía que estar el lunes en la oficina con la tarta, sin ideas a penas de qué hacer y sin que me pillara el sorprendido. Si, él también es compañero nuestro de trabajo.
Tras llegar a casa a media tarde y salir corriendo a por material, fondant y otros ingredientes para el bizcocho, me surgió otro problema, ¿que forma darle a la tarta? ¿cuántos pisos ponerle?¿lo hago de vizcocho de tarta de chocolate?
Pues bien, tras un montón de rato dado vueltas y sacando mil moldes, la decisión fue clara, tarta cuadra de bizcocho de tarta sacher, con butter cream de vainilla, entre las dos capas, y para cubrirla completamente.
Tras hornear los bizcochos y dejarlos enfriar un día entero, los cubrí con butter cream y a la nevera hasta por la tarde.
El domingo por la mañana, cubrí todo con fondant marrón, que fué el fondo del diseño de la tarta.
Como veis, la temática fué una cancha de baloncesto, bueno, realmente una parte del campo.
Poco a poco le fui añadiendo detalles:
Una pelota de baloncesto, y una camiseta con el 43, el número de años que cumplía mi compi.
Pero aún así, estaba sosa la tarta, le faltaba algo…… y pensando, pensando, esto es lo que se me ocurrió:
La tarta, fué entregada el lunes a primera hora como prometimos, y la verdad que días después me enteré que les había encantado, así que yo más encantada.
Besos dulces,